Es el verdadero amor de Martín. Luz fue la más débil de las dos hermanas nacidas de la relación entre Paula, sirvienta, y Pedro, hijo de María Julia, quien fue asesinado por su madre.
María Julia se quedó con Camila a la que anotó como hija propia, mientras que Luz fue enviada a la muerte, pagándole un dinero a la partera para que se deshiciera de ella. Fausta, la partera, tuvo piedad y salvó su vida dejándola en la puerta de la casa de Delia y Mario Herrera, en Valle de la Luna, un pueblo a kilómetros de distancia de DF. Ellos, sin poder tener hijos, la adoptaron como propia.
La adorable Luz fue una niña que supo ganarse el corazón de todos en el pequeño pueblo que habita. Es un derroche de amor, simpatía y solidaridad.
Luz no actúa por impulsos, reflexiona y después actúa. Se siente segura de si misma y tiene una meta muy clara, quiere crecer profesionalmente en el ámbito de la educación para poder ayudar a construir un mundo mejor.
En su pueblo es educadora de niños, en el colegio la adoran y están muy tristes con su partida al DF pero entienden que lo hace para superarse.
Luz nunca ha conocido el amor romántico y jamás se imagina que lo encontrará en Martín, el hombre que se ha comprometido con su hermana gemela.
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